GAELITO Y YO

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domingo, 16 de agosto de 2009

LO QUE NECESITAN LOS JÓVENES PARA ACCEDER AL EMPLEO

LO QUE NECESITAN LOS JÓVENES PARA ACCEDER AL EMPLEO
Por Jorge Castro León (*)
Secretario del Consejo Nacional del SENATI





Publicado : Revista Interquorum No. 7
El empleo tiene una posición clave para la realización humana y el acceso a los derechos económicos, sociales y culturales
Se denomina empleo al “conjunto de tareas y cometidos desempeñados por una persona, o que se prevé que ésta desempeñe, para un empleador o por cuenta propia” (OIT). El empleo se da en forma de puestos de trabajo de toda unidad productiva intencionalmente organizada para obtener productos, sean bienes o servicios que permiten cubrir determinadas necesidades personales o sociales.
El ejercicio del empleo, en cuanto permite la obtención de una remuneración o ingreso económico, tiene una posición clave para la satisfacción de las necesidades humanas básicas, así como para posibilitar el acceso de toda persona al goce pleno de sus derechos económicos, sociales y culturales, tanto como de sus derechos civiles y políticos.
Por ello, crear oportunidades de empleo decente y productivo para todos es la vía principal de una estrategia mundial en pro de la inclusión y la justicia social, así como el desarrollo sostenible. Sin embargo, los estudios sobre Juventud y Empleo en América Latina y el Caribe indican que los jóvenes enfrentan tasas de desempleo mayores que los adultos, con el agravante de que la mayoría de estos empleos son precarios.
Empleo decente es aquel con una remuneración justa, seguridad en el lugar de trabajo y protección social para el trabajador y su familia, de manera que ofrece mejores perspectivas para el desarrollo personal y social. Este empleo decente sólo es posible encontrar en unidades productivas formalmente estructuradas y cumplidoras de todas sus obligaciones, las que lamentablemente son las menos en los sistemas productivos de América Latina y el Caribe, donde los empleos son mayores en las unidades productivas informales y de subsistencia.
Los principales factores del desempleo estructural son la falta de unidades productivas que ofrezcan puestos de trabajo decentes y la falta de conocimientos y capacidades para el desempeño de los puestos de trabajo.
Con una macroeconomía estable y promotora de la inversión privada es posible estimular el asentamiento de nuevas unidades productivas formalmente estructuradas. También es posible convertir las unidades productivas informales y de subsistencia en empresas productivas formales y competitivas, con asistencia técnica y capacitación en gestión de la producción y comercialización, y con ayuda financiera.
Las oportunidades de empleo son mayores en puestos de trabajo operativos

Es importante considerar que las oportunidades de empleo son mayores en puestos de trabajo operativos que en puestos de dirección o mando medio. Por ejemplo, en la organización de una empresa industrial manufacturera contemporánea se estima que por un puesto de trabajo de dirección existen cinco puestos de mando intermedio y cien puestos de trabajo operativo. En consecuencia, no es lógico pensar que el empleo decente y productivo sólo se da a nivel de puestos de dirección de empresas.
El último informe de empresa de recursos humanos Manpower, sobre “Escasez de Talentos a nivel mundial, indica que “los trabajadores con oficios manuales están primeros en la lista de necesidades de los empleadores de Alemania, el Reino Unido, Canadá, Australia, España, Suecia, Italia, Bélgica, Austria, Francia y Suiza”. Igualmente indica que los trabajadores operativos son los más requeridos en naciones emergentes y en vías de desarrollo.
Aún si existiera una numerosa oferta de puestos de trabajo decente en nuestro medio, el acceso al empleo en la economía del conocimiento que vivimos sólo es posible si los jóvenes tienen los conocimientos, habilidades, actitudes y valores correspondientes a las tareas o funciones productivas de los puestos de trabajo. El valor agregado depende menos de la base física (materia prima, energía, etc.) que de los conocimientos.
El principal factor de producción y el principal componente de los bienes y servicios contemporáneos son los conocimientos teóricos y prácticos desarrollados en forma sistemática y metódica mediante la investigación científica y tecnológica. Los conocimientos científicos y tecnológicos presentados por los investigadores como informaciones, llegan a la producción a través de los trabajadores, después de haber sido convertidos nuevamente en conocimientos del trabajador (llámense conocimientos, habilidades, actitudes, valores, etc.) mediante el aprendizaje.
Por ser los conocimientos científicos y tecnológicos objetivos, complejos, sistemáticos, rigurosos, acumulativos y sustentados en la verificación empírica, su aprendizaje sólo es posible cuando las personas poseen habilidades intelectuales básicas (como la comprensión lectora y el razonamiento matemático) y conocimientos generales de ciencias básicas, y cuando se realiza en acciones intencionales y sistemáticas de enseñanza-aprendizaje, que es función de la educación.
Esto nos lleva a afirmar que para acceder al empleo no es suficiente con alcanzar la mayoría de edad o la fuerza física, sino que es necesario aprender previamente los conocimientos, habilidades, actitudes y valores intervinientes en el desempeño de las tareas o funciones productivas. Es decir, para acceder al empleo hay que tener previamente una buena educación básica y una formación profesional pertinente y de calidad.

Se necesita una forma profesional adecuada al emleo
Según el Censo del año 2007, sólo el 36.7% de la población económicamente activa censada ha recibido educación para el trabajo, sea en educación superior universitaria o educación superior no universitaria, cuando por exigencias de la economía del conocimiento el 100% debe recibir educación para el trabajo, sea para empleos simples como para empleos de dirección de empresas. Con el agravante de que el 44% de los egresados de la educación superior se encuentran ocupados en actividades que no guardan relación con su formación profesional.
La falta de pertinencia y de calidad es un serio problema de nuestro sistema educativo.
La educación tradicional continúa orientada a un academicismo estéril que conduce a grados académicos y títulos sin ningún valor para la vida activa y el trabajo.
En el marco de la actual filosofía de Educación para la Vida Activa, el objetivo educativo no es lograr la acumulación de datos o informaciones de diferentes áreas del saber en la memoria del estudiante, sino desarrollar nuevas pautas de acción (conocimientos, actitudes, habilidades, valores, etc.) en las personas, para poder responder con mayor eficacia y responsabilidad a las necesidades de comprensión e intervención que nos plantea la realidad en que vivimos.
Según las políticas y recomendaciones de la OIT, toda actividad de formación profesional, sea universitaria o no universitaria, debe preparar a las personas para el acceso a empleos o puestos de trabajo concretos.
Esto significa que todas las carreras profesionales, y específicamente sus objetivos y contenidos curriculares, deben corresponder a los requerimientos de conocimientos, habilidades y valores de empleos previamente identificados en algún tipo de actividad humana, sea económica, social o cultural.
Una carrera profesional diseñada con este enfoque reditúa ganancias para todos: los egresados encuentran empleos en qué insertarse; los empleadores cuentan con profesionales formados con los conocimientos, habilidades y valores necesarios para incrementar la productividad y competitividad de sus unidades productivas; y la sociedad incrementa el número de sus ciudadanos útiles y responsables, para la construcción de mejores condiciones de vida.
(*)Cargos actuales:
Secretario del Consejo Nacional del SENATI, con funciones de asistencia al Consejo Nacional en aspectos de política, filosofía, historia y organización institucional, así como en planificación, diseño, implementación, administración y evaluación de programas de formación profesional.
• Director del Instituto Peruano de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad de la Educación Básica y Técnico-Productiva
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